miércoles, 19 de agosto de 2015

La importancia de la programación de los espacios públicos.



El espacio público es uno de los elementos más importantes para el éxito de una ciudad. Muchos estudios se han hecho acerca del impacto positivo que tienen las áreas verdes y los espacios públicos para el bienestar de la población de una ciudad, pero lo realmente importante es sólo tener un lugar de ocio donde estar no es suficiente. El espacio público, por el mero hecho de existir no mejora una ciudad.


Una de las cosas que más me esclarece este hecho, ha sido la evolución del pensamiento que se ha tenido sobre el espacio público en los últimos años. En Venezuela, por ejemplo, el espacio público nunca ha sido un elemento importante de nuestras ciudades. En particular porque, aunque se tengan espacios públicos de importancia notoria, la mayoría de los espacios más importantes corresponden con las Plazas Bolívar de cada ciudad o municipio; plazas que son muy viejas como para ser consideradas como parte del resurgimiento que está teniendo el espacio público en la actualidad.

El tema principal es, sin embargo, qué hacer con el espacio público con el que contamos actualmente. Una de las principales herencias del modelo carrocéntrico que predomina en Venezuela ha sido la privatización del ocio, producto de un modelo de ciudad que promueve el desarrollo de actividades dentro de las edificaciones, que coloca al mall por encima de los espacios abiertos, y que articula la movilidad con base en el movimiento entre edificios y no entre espacios. Estas cosas las podemos ver por todos lados en Venezuela y en Caracas. En general, la movilidad en Caracas promueve la comunicación entre edificios y no entre espacios, y existe una necesidad latente de promover nuevas oportunidades de ocio, producto de las dificultades económicas, de movilidad, de división social, y de una nueva conciencia acerca del rol que juegan nuestras ciudades y el espacio público en nuestro bienestar.

De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud, el requerimiento de espacio Público por habitante es de aproximadamente 10m2. En la Área Metropolitana de Caracas, por ejemplo, se cuenta con 1m2. Esta ‘escasez’ de espacio público debería suponer que, así como ocurre con las demás cosas que escasean en el país, dichos espacios tendrían que estar abarrotados de gente buscando disfrutar la limitada oferta que existe. La realidad es muy diferente.

Uno de los mejores ejemplos que considero para mostrar el verdadero potencial del espacio público son los eventos que se realizan en Caracas, como ‘Por el medio de la calle’ o ‘LEER Chacao’. Estos eventos colocan al espacio público al servicio de las necesidades de recreación de la población, y son muy exitosos; son una muestra excepcional de lo que es posible lograr en nuestras ciudades. Yo me pregunto… ¿Por qué no hacemos cosas así más seguido?

No estoy hablando precisamente de hacer eventos metropolitanos, pero si poner atención sobre el hecho de que la programación del espacio público juega un rol fundamental en espacios que no cuentan con una actividad propia y que dependen de actividades programadas para explotar su potencial. Creo que en esta categoría es posible incluir la mayoría de los espacios públicos en Venezuela. Quizás la remodelación de Sabana Grande pudiera ser un ejemplo valido de un espacio que se relaciona de forma correcta con su entorno, pero sería la excepción y no la regla.

Existen, a mi parecer, ciertos elementos importantes que reducen el valor de nuestros espacios públicos. Estos son al menos cuatro: (1) la conectividad, (2) la permeabilidad de los edificios cercanos, (3) los usos vecinos y (4) la calidad del espacio. La conectividad se refiere básicamente a la facilidad de acceso que tienen los espacios públicos; los más céntricos, los que tienen cerca al transporte público, tendrán mayor valor. La permeabilidad está referida a la relación entre el espacio y el edificio; es común que nuestros espacios públicos estén rodeados de edificaciones residenciales o de usos que no se vinculan con el exterior (es decir baja permeabilidad). Inclusive si el edificio es permeable, el uso también importa, porque los edificios comerciales, culturales o de uso masivo, tendrá un mejor y mayor impacto en el espacio público en términos de la construcción de una relación simbiótica entre el vacío y lo construido. Por último, la calidad del espacio es fundamental. Plazas como la Alfredo Sadel, son un fracaso si se considera que casi nunca se utilizan, puesto a que en un clima como el nuestro, si la plaza no es fresca, pierde su valor como espacio de estar [quizás el único valor mínimo que debe tener una plaza].

Aquí algunos ejemplos que muestran de forma sintética los elementos del espacio público mencionados. En cada imagen se muestra el uso (rojo-comercial; amarillo-residencial; morado-cultura; gris-institucional), el espacio público (delimitado por una línea azul), y la permeabilidad (definido por el número de líneas rojas o las vías entre la edificación y el espacio). Además, se muestran imágenes de uso diario y uso programado:

1.       La Plaza Altamira

Plaza Altamira. Elaboracion Propia. Usos residenciales/Hoteleros. Aunque tiene la parada de metrobus y metro, los usos no tienen relacion con la plaza y la vialidad dificulta el movimiento del peaton.

Plaza altamira en un dia cualquiera. Fuente: Panoramio

Plaza Altamira. LEER Chacao 2013. Fuente: Comunicarte


2.       La Plaza Alfredo Sadel

Plaza Alfredo Sadel. Elaboracion Propia. Usos comerciales poco permeables (tiendas). Baja calidad del espacio. Buena accesibilidad aunque con dificultad para vincularse con las edificaciones vecinas.

Plaza Alfredo Sadel durante la semana. Fuente: Alfredo Sadel

Feria de Diseno 2013. Plaza Alfredo Sadel. Fuente: Hoy que hay.
 
3.       La Plaza de Los Palos Grandes

Plaza los Palos Grandes. Elaboracion Propia. Usos residenciales e institucionales. La Plaza de los Palos Grandes aunque tiene muchas ventajas carece de usos que le den mayor valor a excepcion de la biblioteca y cafetin.

Plaza los Palos Grandes. Caracas Activa. Fuente: Camionetica


4.       Boston City Hall Plaza y Quincy Market


City Hall Plaza y Quincy Market son dos espacios publico vecinos. Ambos con gran acceso en transporte masivo. Uno con poca calidad y otro lleno de usos comerciales muy permeables, mucha vegetacion y gran calidad.

City Hall. Aunque bien hecho, eso no garantiza su uso. Las edificaciones institucionales tampoco agregan valor. Fuente: Streetwise.
La gran calidad, conectividad, permeabilidad y usos de las edificaciones coloca a Quincy Market como un ejemplo ideal de lo que debe ser un espacio publico de calidad. Fuente: Bostongeology.

               De los cuatro espacios mostrados, Boston muestra como dos espacios que se encuentra literalmente ‘al lado’ son completamente opuestos cuando uno tiene una alta puntuación en los cuatro criterios y el otro no. En conclusión, salvo que se realicen transformaciones en el espacio público que mejoren las criterios que se mencionan anteriormente, cobra mucha más relevancia que desde las autoridades municipales se haga un intento mayor en ofrecer una mejor programación para los espacios de la ciudad. Esto no implica que todo deba ser hecho por el municipio. Iniciativas como alquilar espacios dentro de las plazas para realizar actividades de interés cultural, deportivo o de ocio pudiera ser una alternativa que permitiera generar ingresos para el mantenimiento de los espacios y ofrecer oportunidades de recreación a la ciudadanía. Como siempre, es necesario que exista la voluntad política, el ingenio y un poco de optimismo. Recuperar nuestros espacios públicos es posible.

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