jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Naturaleza o Ciudad, Why not both?




Creo que siempre han existido ideas, pensamientos, acciones… que definen visiones del mundo y del cómo hacer las cosas –sobre todo cuando hablamos de ciudad. Una de las principales ideas sobre la ciudad es su innegable enfrentamiento con la naturaleza. La tesis se centra en que el desarrollo de la ciudad y su crecimiento va en contra de los sistemas ecológicos que son fundamentales para el funcionamiento de nuestro planeta. Lo que parece importante aquí no es la posición que tengamos respecto a esta tesis, sino en cómo se han transformado estas visiones en políticas urbanas. 


 
Pensando en ello se vienen dos cosas a la mente. La primera es una frase de Simón Bolívar que reza: «Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca». La segunda, un hecho que quizás desconozcan y que creo es fundamental para nuestras ciudades: para el año 2007, Venezuela fue el país con mayor área protegida terrestre del mundo. Estos dos hechos son para mí, dos posturas antitéticas sobre naturaleza y ciudad. Principalmente porque en la primera la ciudad y el hombre necesariamente se erigen sobre la naturaleza para dominarla, aunque esto sea más una utopía que una realidad; mientras que en la segunda, se descubre un intento por reconciliar a la ciudad con la naturaleza.

Lo que sí es claro, es que es necesario un cambio de actitud respecto al rol de la ciudad en relación con el entorno natural. El viento, la lluvia, el sol, el calor, los terremotos, los vientos, las tempestades, los tornados, los huracanes y todo evento meteorológico que se nos ocurra existió antes que nosotros y seguramente seguirá existiendo después que nos hayamos ido. Las ciudades, y en definitiva lo seres humanos, tienen que aprender a adaptarse al entorno que los limita y define: a potenciar los beneficios y a reducir las amenazas.

Creo que es acertado pensar que el entorno natural, así como lo rural, pasa a ser una capa de todo aquello que conforma lo urbano. Puesto que la naturaleza en gran medida define formas, actitudes y sistemas que son fundamentales para la ciudad. Enfrentarse a la naturaleza no es posible, porque sería como enfrentarse con uno mismo. En definitiva, la naturaleza es lo que forma, conforma y da forma a las ciudades y es fundamental que mantengamos y protejamos esos sistemas ecológicos que son el fundamento material y económico de todas las economías y ciudades del mundo.

Naturaleza y Ciudad es, en consecuencia, una pareja necesaria para el bienestar y desarrollo del hombre, hasta el punto de ser parte de nuestra identidad. ¡Que serían de las ciudades venezolanas, y de nosotros, sin Ávila, sin médanos, sin morros, sin canales, sin bosques, sin ríos, sin petróleo…! ¡Qué sería de la ciudad sin naturaleza! Si existe algún corolario o conclusión que hay que resaltar, es que es imprescindible que aprendamos a cuidarlas para que ellas cuiden de nosotros.

@jomagumo

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