viernes, 13 de septiembre de 2013

¡La Inseguridad es también un problema urbano!



Al hablar de inseguridad creo que es posible afirmar que, de una u otra manera, todos podemos sentirnos identificados. Sin embargo, la inseguridad sigue siendo uno de tantos problemas que más parece escapárseles a nuestros gobernantes por la facilidad que encuentran para no responsabilizarse. Por el contrario, ignoramos fácilmente otro problema de gran importancia como lo es el deterioro de nuestras ciudades con la notable diferencia de que esto es en gran parte responsabilidad de nuestros gobernantes. Lo impactante aquí es que no lo hacemos porque estamos más preocupados, y con razón, por otras cosas  como la inseguridad.

Pero, ¿Qué pueden tener en común estas cuestiones tan disímiles? Pues más de lo que pensamos.



Una de las cosas que se aprende cuando uno estudia urbanismo, es que todo lo que atañe a la ciudad está relacionado. La ciudad es un sistema abierto, en tanto que diferentes problemas y soluciones se relacionan entre sí. Lo físico, lo espacial, lo económico, lo político y sobretodo lo social, conjugan en eso que llamamos ciudad. En consecuencia, se vuelve mucho más simple darnos cuenta de que la inseguridad más allá de ser un problema político y social, es también un problema urbano.

Nuestras ciudades, en vez de recibirnos e invitarnos a recorrerlas, nos obligan cada vez más a escondernos: falta de iluminación en las calles, falta de aceras, inexistencia de espacios públicos de toda índole, espacios que no nos invitan a recorrerlos, etc… son realidades que vuelven nuestras ciudades frías y solitarias. A medida que la ciudad nos obliga a escondernos, cerramos calles y ponemos vigilancias, construimos muros y nos alejamos unos de otros, exacerbando esa percepción de inseguridad que sentimos y relegando los espacios a la inseguridad real que vivimos. Es en esta huida hacia lo privado donde lo público queda a merced de la delincuencia.

Nuestros objetivos tienen que estar enmarcados en darles a nuestros ciudadanos ciudades para caminar, para recorrer, para disfrutar y sobretodo, para sentirse seguros. Lograrlo requiere de gran voluntad social y política. La clave está en reconocer nuevas estrategias para devolverle al ciudadano la calle. No es solamente la necesidad de recuperar espacios sino la de recuperar nuestro gentilicio, nuestro amor por la ciudad.

Es por ello que creo que es posible dar respuestas a la inseguridad a través de mejores políticas urbanas y mejorando la calidad de nuestros espacios. Pero estas trasformaciones toman tiempo, porque para atender el problema de la inseguridad desde lo urbano, o desde cualquier ámbito donde nos encontremos, hay que dejar de pensar a corto plazo.

@jomagumo

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