jueves, 11 de septiembre de 2014

Mejor Zonificación = Mejores Ciudades


Plano de Zonificacion Buenos Aires. Fuente: Buenos Aires Ciudad




Creo que es indudable la relación que tiene la forma de una ciudad con su funcionamiento. Esto no quiere decir que la forma sea lo más importante, o que por el contrario lo ideal es que prive una suerte de funcionalismo en la ciudad. Entender la relación entre forma y función implica que las leyes que rigen estos dos aspectos de una ciudad son de extrema importancia.

Uno de los instrumentos legales esenciales para entender porque las ciudades tienen la forma y las actividades que tienen es la zonificación. De acuerdo a la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, la zonificación es un “proceso o acto de dividir una determinada jurisdicción en zonas, a los efectos de establecer las regulaciones específicas de desarrollo del suelo correspondiente”. Sin embargo, este concepto de zonificación, el cual rige la planificación en Venezuela responde a un tipo de zonificación conocido como zonificación convencional. El término se utiliza simplemente porque es de los primeros tipos de zonificación utilizados.


Como ya se dijo, la zonificación convencional es la manera en que los entes planificadores [los municipios son los que tienen estas atribuciones en Venezuela, en principio] definen las formas y los usos de la ciudad. La técnica, es decir el acto de zonificar, supone que en un plano se definen los usos, las áreas que dichos usos representan en el suelo, y las variables urbanas que corresponden también a esos usos [alturas, retiros, porcentajes de ubicación, de construcción, parcela mínima, etc.]. En Venezuela, este tipo de zonificación se “popularizó” con el desarrollo de la disciplina del Urbanismo en el país y paso a legitimarse con la promulgación de leyes que le dieron forma y sentido [como la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística; LOOU]. Sin embargo, las aparentes ventajas de esta forma de hacer ciudad [precedente legal, facilidad de implementación, etc.] no evitaron que se generaran grandes críticas hacia la misma, especialmente por su gran rigidez. Todas las ciudades en Venezuela, o las más importantes al menos, tienen una Ordenanza de Zonificación y cualquier tipo de forma que quiera tomar cada ciudad estará regido por ellas.

El gran problema en Venezuela, más allá de que las críticas puedan ser acertadas, es que las ciudades y el país no se han adaptado a los cambios que se han dado en las prácticas de zonificación, que no sólo incluye a la zonificación convencional sino que incorpora otras formas de zonificación desarrolladas a través de los años. Además, cualquiera de los beneficios que la zonificación tradicional pudiera darle a nuestras ciudades está truncada por lo obsoletas que están nuestras ordenanzas. Es imposible que en Venezuela podamos tener ciudades de Siglo XXI con Ordenanzas de Siglo XX. Sirva a modo de ejemplo que en Caracas las ordenanzas más recientes pudiéramos encontrarlas en Baruta [2011; 2007; 2005] y las más antiguas en Libertador [1987; 1979]. El hecho de que la ciudad generalmente se transforma más rápido de lo que podemos ir actualizando las Ordenanzas de Zonificación, nos dicen que hacen falta nuevas formas de gestionar el crecimiento urbano y las formas de la ciudad.

Como respuesta existen algunas soluciones alternativas. Las más conocidas son dos: los códigos basados en la forma [form-based codes] y la zonificación por performance [performance zoning].

De acuerdo con CityLab, el form-based coding se lo define rápidamente con un tipo de zonificación que “esta menos enfocado con el uso que va dentro de los edificios y más con su apariencia y la forma en que se relacionan entre ellas y dan forma a la calle en el contexto de una visión de vecindario”. Uno de los mejores ejemplos de una ciudad que utiliza este tipo de zonificación es la ciudad de Paris. Además, muchas otras ciudades en los EEUU están optando por eliminar la zonificación convencional en sus ciudades y optar por la zonificación de forma.

En relación a la zonificación por performance, CityLab la define como un tipo de zonificación donde “los planificadores establecen una serie de metas –número de empleos, de viviendas, estándares de carbono, etc., y permiten a quienes desarrollan el suelo proceder como quieran”. Este tipo de zonificación no es tan nuevo, pero se ha empezado a reutilizar recientemente a modo de experimento. Actualmente la ciudad de Atlanta y la ciudad de Fremont en EEUU están utilizando este tipo de zonificación en algunas áreas.

Estas cuestiones nos presentan con una encrucijada. Dicha encrucijada es simplemente que no podemos seguir insistiendo en prácticas que no nos han dado resultados satisfactorios. Además, existen alternativas que pueden ser aplicadas en nuestras ciudades para generar nuestras propias experiencias.

El primer paso tiene que ser entonces actualizar nuestras Leyes para permitirle a los Municipios experimentar con el tipo de zonificación que quieren aplicar [la LOOU es del año 1987]. Las posibilidades de aplicar diversos tipos de zonificación están solo limitados por lo que la Ley permita. En este caso, solo puede ser positivo que se les de la libertad a los Municipios de contar con diferentes herramientas para guiar el futuro de sus ciudades.

Por último, hay que acotar que no se trata de que escojamos un tipo de zonificación. Cada elección presenta consigo ventajas y desventajas. Es posible también que se utilicen sistemas híbridos que tomen aspectos de dos o más tipos de zonificación. La única forma de encontrar las mejores prácticas para hacer ciudad es definitivamente a través de la experimentación. Solo las ciudades que tenga la gallardía de explorar y buscar las prácticas que mejor les sirvan, en definitiva serán las mejores ciudades.

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