jueves, 26 de junio de 2014

Financiando Proyectos Urbanos: La Captura de Valor

Martim Smolka hablando de Captura de Valor. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=vEZOGF2jSW8



Cuando hablamos de proponer y desarrollar proyectos urbanos generalmente hablamos de mucho dinero. Y la primera pregunta que surge es… ¿de dónde vamos a conseguir tanto dinero? Uno de los mecanismos que más se está utilizando actualmente en Latinoamérica y el Caribe (LAyC) es la Captura de Valor (CV) (o value capture en inglés). Antes de adentrarnos en el tema, les recomiendo revisar este video de Martim Smolka [en inglés] sobre la CV que expone lo que pretendo resumir en estas líneas. Eso sí, procuraré colocar en cursiva todo lo que esté tomando del video para que estén al tanto de la explicación del Smolka si no les da chance de verlo.



Entonces… ¿Qué es la CV? O mejor… ¿de dónde sale la CV? Más allá de los precedentes históricos, que Smolka menciona en el video, es importante saber primero de donde viene la captura de valor para luego definirla. De acuerdo con Smolka, y creo que presenta el caso convincentemente, la urbanización en LAyC genera ganancias inesperadas a los dueños del suelo. Principalmente porque cualquier intervención, física o legal (zonificación, etc.), significa que el valor del suelo se incrementará más de lo que cuesta la intervención en sí. Esto quiere decir dos cosas. Primero, que existe una gran revalorización del suelo producto de la intervención pública que está siendo apropiada por los dueños del suelo –lo cual no es bueno o malo en sí mismo; y segundo, que existe un potencial de utilizar esas ganancias inesperadas para el beneficio público.

De esta realidad, que no es actual pero sigue teniendo gran importancia, nace el concepto de la CV. Smolka la define como una herramienta basada en el suelo con el fin de financiar desarrollos urbanos, es decir, la recuperación, por parte del sector público, del incremento del valor del suelo (ganancias inesperadas o plusvalías) generado por acciones que no sean propias del dueño del suelo (por ejemplo inversiones directas). Y… ¿cómo se refleja eso en números? Por poner algunos ejemplos, la transformación de suelo rural a suelo urbano se traduce en un aumento de 400% en el valor del mismo; colocar servicios públicos al suelo urbano –poniendo el caso de Rio de Janeiro, tiene un costo de 35$ mientras que el valor del suelo sin servicios es de 34$ y con servicio 145$, lo que se traduce en un aumento de 110% del valor del mismo.

Como se puede ver la CV no es solamente una herramienta que tiene sentido económico, sino que es necesaria como mecanismo de financiamiento en un clima donde las municipalidades cada vez cuentan con menos recursos –caso Venezuela. En consecuencia, Smolka enuncia cuatro razones principales:
1.       Los beneficios marginales impuestos a terrenos individuales cubren los costos marginales impuestos a la ciudad [Eficiencia]. Es decir, la valorización del terreno es mayor al costo de la inversión.
2.       Algunos dueños se benefician más que otros por las intervenciones públicas [Equidad]. Significa que como las intervenciones se dan en un lugar en específico, el gasto público no puede traducirse en el beneficio de unos pocos a costa del resto.
3.       Se financia el desarrollo urbano con la apreciación resultante de suelo [Sostenibilidad]. Desde un punto de vista financiero, esta práctica hace sostenible el financiamiento de proyectos urbanos.
4.       Genera ganancias a nivel local y tiene gran potencial [Pragmatismo]. Es una práctica que cobra sentido porque genera ganancias producto de la revalorización del suelo.

Ahora… ¿Cómo se aplica? Aunque es un punto que pudiera tomar otro post explicar, al menos colocare algunos de los ejemplos que describe Smolka. Entre los mecanismos directos tenemos la contribución por mejoras, contribución por plusvalía, reajuste de suelo, impuesto al valor del suelo, bonos de construcción, etc. Y entre los indirectos están los impuestos de propiedad, expropiaciones, transferencia de derechos de construcción, reservas de suelo, etc.

En el caso Venezolano, aunque casi no se usan, contamos con dos tipos de captura de valor directos: la contribución por mejoras y por plusvalía, y ambas son algo restrictivas en cuanto a su uso. En cuanto a las contribuciones por mejoras –que son inversiones de infraestructura en la mayoría de los casos, sólo es aplicable cuando una propiedad se revaloriza más del 10% y donde sólo se puede financiar un máximo del 60% de la obra a nivel Municipal, y hasta un 75% a nivel Estatal y Nacional. En cuanto a la contribución por plusvalía –resultado de un cambio en la zonificación, sólo es posible recuperar un máximo de 5% de la revalorización.

Por último, Smolka advierte que la CV no es un mecanismo que sirva para todo y argumenta que actualmente existe mucha resistencia a este mecanismo o lo que él denomina la 4 Íes:
1.       Ideología. No solo el socialismo puede contribuir a que no utilicemos mecanismos como la captura de valor, sino también la creencia (ideológica) de que el petróleo alcanza para todo.
2.       Interés. No cabe duda que ganar menos no es necesariamente lo que un dueño de suelo quiera para sí. Sin embargo, en el caso Venezolano, es necesario que en estos casos se utilicen estos mecanismos. Seguirán ganando y eso no es reprochable, pero ganarán menos.
3.       Ignorancia. Muchas de las razones por las que en Venezuela no se ha avanzado en el uso de estos mecanismos es por el desconocimiento que se tiene de los mismos, incluyendo a los planificadores. Informarnos y a los demás sobre estos temas es fundamental.
4.       Inercia. Quizá el mayor inconveniente en nuestro país. Sumidos de problemas, difícilmente habrá espacio para la experimentación y dejaremos que la inercia siga haciendo su “mal” trabajo.

En conclusión, la CV es un instrumento muy útil para financiar proyectos urbanos. Aunque en Venezuela existen otros problemas que resolver antes de poder aplicar satisfactoriamente estos instrumentos –actualización catastral, necesidad de plantas de valor del suelo actualizadas, entrenamiento de personal, etc., existe un potencial gigante de recursos que están atrapados en el suelo. ¡Y no, no es petróleo!

@jomagumo

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