Las ciudades siempre están en constante
cambio. Se expanden, crecen, se achican… se transforman. La necesidad de
planificar la ciudad, nace de la necesidad de conjugar los intereses de todos
los actores que coexisten en ella. Sin embargo, ¿cómo podemos lograr acomodar un
sinfín de actores que se expresan a través de un sinfín de actividades que
deben encontrar un espacio en la ciudad? Densificando.
La densificación es una herramienta
fundamental para acomodar el crecimiento de la ciudad, ya que la ciudad siempre
puede seguir creciendo hacia arriba.
Pero debemos tener presente que para las ciudades no hay tal cosa como “el
cielo es el límite”. Es por ello que la densificación requiere que atendamos
diferentes cuestiones si queremos hacerlo
bien.
Es importante entonces concentrarnos
en Venezuela porque nuestras ciudades siguen siendo ciudades jóvenes, que están
creciendo y que requieren de herramientas que las ayuden a responder a las necesidades
de sus habitantes. Densificar no se trata entonces de agrupar a la mayor
cantidad de gente posible sino darle a la ciudad la capacidad de crecer armonizando
todo aquello que la hace ciudad: las personas, las actividades, los espacios públicos,
medios de transporte, usos, etc.
No resulta sorpresa para nadie que
las ciudades venezolanas necesitan espacio para crecer. Nada más claro de esto
que la ciudad de Caracas, ejemplo sempiterno de ciudad venezolana. Sin embargo,
en un intento de análisis, quizás muy rápido, me resulta interesante que el fenómeno
típico del barrio como lo conocemos: denso, abundante, macizo y montado sobre
los cerros solo ocurre en Caracas (y quizá en menor medida en las ciudades
andinas). Creo que el sistema de ciudades venezolanos tiene suficiente espacio
para albergar a toda la población, pero las ventajas tan groseras que tiene
Caracas, ha obligado a la población y a
las actividades importantes a acumularse allí.
Entonces ¿cómo densificamos? Pues contrario a
lo que podríamos pensar, no se hace promoviendo la construcción masiva de
viviendas de alta densidad. Aquí unas cuantas ideas:
1.
Intensificando
el uso de espacios subutilizados: esto se puede hacer aumentando la cantidad de
pisos permitidos para construir. Muchas zonas de Caracas (La Floresta y San Agustín,
por ejemplo) están en áreas de alta demanda de suelo y tienen usos
unifamiliares. Esto quiere decir que la ciudad cuenta con oportunidades para
hacer trabajos de re-development en
vez de seguir creciendo en extensión.
2.
Promoviendo
los usos mixtos: no solo hablamos aquí de fomentar la construcción de edificaciones
con mezcla de usos –comercio, residencias y oficinas, sino también promover
diferentes tipos de unidades residenciales, comerciales y de oficinas dentro de
las mismas edificaciones. Se me ocurre, por ejemplo, que todos los edificios con
residencias debieran tener, al menos, una unidad de interés social sin
estacionamiento.
3.
Mejorando
el acceso al transporte público: una ciudad que crece, es una ciudad que se
mueve. Las actividades y la gente que las motoriza, necesitan desplazarse. Un
mejor transporte público no solamente mejora el acceso a todos los rincones de
la ciudad, sino que facilita el surgimiento de actividades que exploten esa
facilidad de movimiento –el comercio, la recreación, etc.
4.
Aumentando
la oferta de espacios públicos: un poco intentando salvar algo de los
modernistas, una de las razones por las que los edificios suben en altura es
para liberar espacios que puedan ser destinados al uso público. Esto resulta
fundamental si se conjuga con las ideas anteriores. No se trata de tener
espacios públicos per se sino de que
estos espacios puedan ser accesibles a través de transporte público, tengan
gente que viva cerca y sean aprovechados por comercios cercanos.
Como
ven, la densificación para que sirva debe estar acompañada de un conjunto de
acciones que garanticen su éxito. No se trata nada más de hacer funcionar la densificación,
sino de que esta al ser hecha correctamente, haga funcionar a la ciudad.
@jomagumo
@jomagumo
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